Ya esta, ya hemos llegado al fondo, el paso se hace mas estrecho y un nuevo tapón de arcilla nos cierra el paso pero el soplo de aire se deja sentir y la llama de mi mechero oscila constantemente lo cual quiere decir que hay una continuidad, pero el cansancio nos dice de dejar la expedición para otro día. Cuando salimos de la cueva ya es de noche y nos damos cuenta de que hemos pasado 8 horas al interior, los 20 minutos que nos separan del lugar donde aparque mi coche me parecen una eternidad, me duelen todas las articulaciones y tengo un hambre de lobo.
Otro fin de semana sin descanso
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Además de los entrenamientos semanales de nuestros deportistas, el fin de
semana se vuelve a llenar de actividad espeleológica, como es el caso de
las expl...
Hace 5 semanas